Enfrentarse a un proyecto de remodelación de un Mercado ofrece la oportunidad de poder crear algo único, diferente, con entidad propia -los Mercados suelen tenerla casi siempre- y sin duda es el momento de soñar. Soñar con un edificio singular, atractivo, moderno; con una oferta especializada y bien presentada; con unos servicios para los usuarios equiparables a los de los formatos más competitivos, y con un sistema de gestión que le aporte rigor, transparencia y garantice su promoción y dinamización.
Y tener creatividad es muy positivo para un proyecto, pero para que realmente sea un proyecto y no solamente una idea -un sueño- necesita algo más, sobre todo realismo, mucho realismo porque hace falta no sólo desear algo para que sea una realidad, también hace falta disponer de los elementos necesarios: edificio (superficie, instalaciones), modelo de negocio (conceptualización), financiación (capacidad económica), sistema de gestión (administración, dirección, gestión, procedimientos operativos) y voluntad política de ofrecer el servicio de Mercado a los ciudadanos.
Así, es necesario contrastar el deseo con las posibilidades reales de convertir el sueño en una realidad. Todo lo que no sea realizar este ejercicio es únicamente voluntarismo.
Con este propósito la legislación que regula la contratación pública prevé un instrumento muy útil, el Estudio de Viabilidad. Antes de acometerse un proyecto es necesario disponer de un cierto nivel de garantías de que la prestación del servicio (mucho más si la misma contempla la ejecución de una obra pública mediante una concesión administrativa) no fracasará y haya que asumir las consecuencias de afrontar una situación fallida. Este trabajo queda a expensas de la iniciativa privada que pretenda prestar el servicio público.
Pero ¿qué ocurre cuando no hay iniciativa privada? Parece que lo natural, y presuponiendo el interés de la administración por ofrecer a los ciudadanos el servicio de Mercado, es acudir a la iniciativa pública, que deberá ser consigo misma igual de exigente que con la iniciativa privada a la hora de demostrar la viabilidad de la iniciativa antes de tomar decisiones que comprometan importantes partidas presupuestarias. Esto no es fácil y además, resulta “tentador” eludir la responsabilidad de gestionar un servicio público cuya competencia se reconoce como impropia por la legislación.
Aunque también es deseable y en muchas ocasiones posible, estimular la iniciativa privada. El Ayuntamiento titular del Mercado cuenta de partida con una colaboración esencial, la de los operadores que desarrollan su actividad en el Mercado, pequeñas empresas cuyos titulares tienen en el Mercado su medio de vida ¿cómo no van a tener interés en que el Mercado, “su” Mercado, se modernice? Su capacidad ciertamente es muy reducida, sus recursos económicos son escasos -pero no nulos-, su organización muy deficiente, ofrecen mucha resistencia al cambio, su cultura empresarial es muy limitada… Pero disponen de algo esencial, su capacidad de prestar el servicio. Tienen experiencia, conocen bien el producto que trabajan, mantienen una especial predisposición a relacionarse con los clientes y cuentan con una importante capacidad de sacrificio.
Plantear un trabajo conjunto, trasparente, disponiendo del asesoramiento adecuado, puede ser la mejor ocasión para generar un proyecto de cooperación empresarial que pueda materializarse gracias a la concertación público-privada. Este es el momento de ser realistas, de valorar bien lo que se tiene y lo que puede llegar a tenerse de manera sostenible; es un ejercicio duro, pero la realidad y la crudeza de los números suelen poner siempre las cosas en su sitio.
Este es el camino y el futuro de los Mercados, un camino laborioso, exigente, que es preciso abordar con espíritu de servicio a la ciudad y a los ciudadanos, pero el resultado -hay ejemplos de ello- merece mucho la pena. Este es el trabajo que nos permitirá disponer de unos Mercados sostenibles, solidarios, responsables y modernos, con los que los ciudadanos se identifiquen y de los que se sientan orgullosos.
Sergio González Reyes
Co-Fundador y CEO de la Plataforma Dreaming Markets
Para mayor información:
Correo: info@dreamingmarkets.com
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