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Comprender la complejidad de los Mercados

Actualizado: 21 jun 2022



Abordar la remodelación de un Mercado de Abastos es una iniciativa compleja -quien haya pasado por ello lo sabrá muy bien-, pero es una cuestión que no resulta fácil explicar a los ciudadanos que conviven con su realidad y no les parece que sea para tanto, ni a los responsables municipales -políticos y técnicos- porque al final sólo se trata de una obra; ni a los propios comerciantes porque es algo que parece que no fuera con ellos.


Es el momento de abordar la puesta en valor de un Mercado cuando se comienza a entender la cantidad de factores que intervienen en él. Hay que comenzar por considerar su entorno urbano y todos los servicios públicos que se encuentran a su alrededor; la propia edificación que, si requiere una conservación estructural, supondrá disponer de un proyecto técnico que deberá dar soluciones a cuestiones complejas como el sistema de climatización, de frío, y de recogida de residuos, entre otros; con toda probabilidad deberá contemplarse la necesidad de disponer de unas instalaciones provisionales que permitan continuar prestando el servicio de Mercado durante la ejecución de las obras; y por supuesto se deberá entender que una obra -habitualmente en le centro de la ciudad- requiere de una planificación notable ya que requerirá desviaciones de servicios, afectará a la movilidad y causará molestias a los vecinos.


Y hasta ahora sólo nos hemos referido a los aspectos “físicos” de la remodelación, pero también es preciso atender a cuestiones “intangibles” y que guardan relación con el sistema de gestión del servicio público y la normativa que ha de acompañarle, así como la dirección y administración del propio Mercado; a considerar que es necesario que haya comerciantes que estén dispuestos a colaborar con su Ayuntamiento en la prestación del servicio a los ciudadanos, algo que requerirá transaccionar con el fin de garantizar que el correspondiente concurso público que regule la/s concesiones suscite el interés de las empresas y no quede desierto.

Y todo ello es necesario encajarlo dentro del marco de los procedimientos administrativos que darán lugar a garantizar que se respeta el interés público en cada uno de los pasos a dar.


Barcelona es sin duda una ciudad que destaca por la atención que presta a sus Mercados, disponiendo de recursos humanos, técnicos, y experiencia muy importante a la hora de acometer sus remodelaciones, y aún con todo ello, en este momento una de las intervenciones más notables que está acometiendo, el Mercado de la Abacería, se retrasa. Seguro que no es por falta de competencia o imprevisión, sino por la complejidad que conlleva y a la que, además, en estos momentos se unen los problemas coyunturales.


Con todo, merece la apuesta por poner los Mercados en valor. Es la única manera de que respondan a su propósito, sean competitivos y continúen prestando un servicio que no tiene precio a los ciudadanos y al conjunto de la ciudad. Una “mano de pintura” no suele arreglar las cosas y ya se sabe, las situaciones complejas no tienen soluciones simples.

 

Sergio González Reyes

Co-Fundador y CEO de la Plataforma Dreaming Markets

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