Queridos amigos,
Nos dirigimos a vosotros con una preocupación que cada vez está más latente en relación con la actividad gastronómica presente en nuestros mercados.
Esta actividad, en algunos casos, está canibalizando la venta de productos frescos, lo cual puede poner en tela de juicio la supervivencia del modelo tradicional de mercado que el consumidor final busca y quiere.
Igualmente, el enfoque principal parece haberse desplazado de la venta de productos frescos hacia la oferta gastronómica y la experiencia de compra. Esto puede parecer una solución a corto plazo para aumentar la rentabilidad del mercado, pero en el largo plazo puede tener graves consecuencias para la supervivencia de este.
Estamos observando cómo en algunos mercados municipales, la actividad gastronómica se ha expandido de tal manera que ha absorbido una parte importante del espacio destinado a la venta de productos frescos. En algunos casos, los puestos de comida y las terrazas de los restaurantes ocupan hasta el 70% del espacio total del mercado, dejando un espacio reducido para los vendedores de productos frescos.
Lo que fue una inicial moda pasajera hoy ya se considera una apuesta firme por el concepto de mercado gastronómico. Un concepto que está ocupando importantes espacios en las principales ciudades y capitales del mundo. De hecho ya no hay una gran ciudad que no se haya unido a esta tendencia y reconvierta alguno de sus mercados en nuevos espacios gastronómicos que han permitido revitalizar el turismo en los enclaves donde estos se asientan.
Un ejemplo de esto es el Mercado de la Boquería en Barcelona, que ha sufrido un cambio radical en los últimos años debido al auge de la oferta gastronómica. En lugar de ser un mercado de abastos tradicional, ahora es un lugar turístico donde los visitantes pueden degustar platos de alta calidad en los puestos de comida y restaurantes, dejando la venta de productos frescos en segundo plano, algo que ya está empezando a preocupar al propio sector detallista y a los responsables de la gestión de los Mercados de la ciudad de Barcelona.
Otro ejemplo es el Mercado de San Miguel en Madrid, que ha sido convertido en un espacio gastronómico de alta calidad con numerosos puestos de comida y bebida, dejando la venta de productos frescos en un segundo plano.
Esta tendencia, como señalábamos, no solo está ocurriendo en España, sino también dentro de los mercados municipales más reconocidos en el mundo, como el Mercado de Borough en Londres, el Mercado de Torvehallerne en Copenhague, el mercado de Oro Tor Kor en Bangkok, el de Saint Lawrence en Toronto, el Kreta Ayer Wet Market en Singapur, el Central Market en Lancaster, el mercado Provenzal de Antibes en Francia y el Kowloon City Wet Market en Hong Kong, entre otros.
Cada uno de estos mercados tiene una historia y una identidad gastronómica única que los hace especiales y atractivos para los visitantes y turistas. En algunos casos, estos mercados han sido renovados y actualizados para incluir una oferta gastronómica más amplia y variada. Sin embargo, es importante que esta oferta gastronómica no se convierta en la actividad principal del mercado, sino que sea una adición complementaria a la venta de productos frescos.
Los mercados turísticos y los mercados tradicionales son dos tipos de mercados que presentan diferencias notables en cuanto a su finalidad y función.
Por un lado, los mercados turísticos se han convertido en destinos de visita obligada para los turistas que, en cierta medida, buscan experimentar con la gastronomía local y adquirir productos típicos de la zona. Estos mercados suelen contar con una amplia variedad de productos gastronómicos y ofrecen una experiencia de compra diferente, ya que se han convertido en un atractivo turístico más.
Por otro lado, los mercados tradicionales tienen una función más local y cotidiana, ya que su público principal son los residentes de la zona.
En ellos se pueden encontrar los productos básicos de la alimentación diaria, como frutas, verduras, carnes y pescados frescos, y otros productos como ropa, calzado y artesanías locales.
Aunque ambos tipos de mercados son importantes, es cierto que los mercados turísticos pueden llegar a distorsionar la esencia de los mercados tradicionales. En algunos casos, la oferta gastronómica se está convirtiendo ya en el principal atractivo de estos mercados, en detrimento de la venta de productos frescos y locales.
Esta situación puede generar un conflicto entre la oferta turística y la identidad del mercado como espacio de venta de productos frescos cotidianos de calidad. Además, el aumento de la demanda turística puede generar un aumento en los precios de los productos, lo que puede limitar el acceso de los residentes locales a los productos frescos, véase el Mercado de San Antón en Madrid.
Aunque la oferta gastronómica puede ser un atractivo para los visitantes y un complemento interesante a la venta de productos frescos, no debe eclipsar la función principal del mercado, que es la venta de productos frescos de alta calidad. Además, esta tendencia puede tener consecuencias negativas para los vendedores de productos frescos y para la economía local, ya que los puestos de comida a menudo son ocupados por grupos inversores y franquicias en lugar de empresarios y vendedores locales.
Todo esto nos debería hacer reflexionar, sin duda, de que la actividad gastronómica en los mercados municipales, en algunos casos, ha generado un fenómeno nuevo cual es la “canibalización de la venta de productos frescos”.
Aunque en un principio se pensó que esta actividad sería una solución para la reactivación de estos espacios comerciales, en realidad, está convirtiéndose en un problema real y presente en nuestros días.
Aunque la oferta gastronómica puede ser un elemento atractivo para atraer turistas y visitantes a los mercados municipales, no debería ser el único enfoque. Es importante que estos espacios mantengan su función principal y su identidad como lugares dedicados a la venta de productos frescos de calidad, ya que esto es lo que les da su razón de ser y auténtica identidad.
Por lo tanto, desde la Plataforma Dreaming Markets, se hace una reflexión a efectos de que los mercados municipales mantengan su función y su identidad, adaptándose a los cambios y demandas necesarios sin perder de vista su principal objetivo y razón de ser.
Atentamente, el equipo de DreamingMarkets.
Roberto Alonso Gordón
Co-Fundador y Director de la Plataforma Dreaming Markets
Para mayor información:
Correo: info@dreamingmarkets.com
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